Bienvenidos...

Durante algún tiempo he estado explorando algunos de los vericuetos del erotismo en la literatura, como los ejemplos que plasmo en el rincón Textos Propios.
Con más desaciertos que fortuna. he caminado desde algunas prosas bastante ingenuas hasta, gracias a mi maestra y amiga Penélope-Nausícaa-Alcínoo, la abstracción magnífica que permiten los haikús.
Pero muchos aspectos me son esquivos... abordar el aspecto lúdico fue bastante desastroso, y se me han quedado en el tintero... (bueno, en el disco duro, pues) muchos posibles escritos.
Es por eso que recurro a la ayuda quienes visiten este pequeño taller. La idea es la siquiente: postulo un tema, y a partir de los comentarios que se le hagan vamos armando entre todos un texto... ¿me acompañan?

lunes, 22 de septiembre de 2008

69.g, Joaquín Sabina



En la 69 punto G
tiene el corazón una oficina
donde don Nadie gana al ajedrez
y los adivinos adivinan
y los aladinos aladinan
y de propina,
imagínate.

Seremos tu cordón umbilical,
tu confesionario, tu pomada.
Ponte los cascos en la oscuridad
si te da la espalda la almohada,
busca la frecuencia modulada
una coartada
para alunizar.

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un Debussy
crepuscular
toca en el dial
la seguidilla de Buñuel,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la
69 punto G.

Las epidemias fueron anteayer,
las arrugas son de plastilina.
En la academia del amanecer
da clases de morbo Mesalina
y, en una pecera con espinas,
flotan las ruinas
de los cabarés.

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un B.B. King
sentimental
toca en el dial
la sonatina de Rubén,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la
69 punto G.

Toca en el dial
la polonesa de Chopin,
vamos a soplar
la ralla del amanecer
en la
69 punto G.